Desde el punto de vista climatológico y natural el Perú nos ofrece tres zonas bien definidas que son: la Costa, la Sierra (o el Altiplano, como lo llaman los peruanos) y la Amazonía (o la Montaña), la región selvática y forestal del Perú.
Es curiosos el contraste existente desde el punto de vista climático entre el litoral peruano (la Costa) y la región selvática, la región del Amazonas. Porque el litoral peruano es una de las zonas más desérticas, más áridas del mundo, por falta, bueno, casi absoluta de precipitaciones fluviosas. Sin embargo, la Amazonía peruana ofrece otro contraste. Es una zona de clima tropical, de clima húmedo, donde las lluvias son muy abundantes. Además, la Amazonía ocupa más de la mitad del territorio del Perú. Esta vasta región amazónica forestal queda atravesada por el río, el Amazonas, más caudaloso de nuestro planeta. Y la Selva peruana nos ofrece un sinnúmero de variedades. La flora y fauna de la Selva peruana es extremadamente variada. Es decir, la Selva nos ofrece lo bueno y lo malo, lo monótono y lo inesperado al mismo tiempo.
Y, bueno, en estos momentos aquí sobre la mesa tengo varios ejemplos ilustrativos, gráficos de que es realmente así, de que la fauna peruana es extremadamente variada. Por ejemplo, en las entrañas del infierno verde (como llaman la región amazónica los literatos latinoamericanos y universales) no son raras las mariposas, mariposas de este tamaño, de tamaño bastante grande y de diversos coloridos, coloridos muy simpáticos.
Además, en las aguas a veces turbulentas, a veces mansas del Amazonas y sus afluentes no son raros los cocodrilos. Y un ejemplo lo pueden apreciar, lo pueden ver aquí sobre la mesa de nuestro estudio. Es un ejemplar bastante pequeño. Y los peruanos no lo denominan cocodrilo, sino lo llaman lagarto.
Además, en las aguas del Amazonas abundan las tristemente famosas pirañas, pez extremadamente voraz y carnívoro. Aquí tenemos uno de los ejemplares de este pez de río. Las pirañas no son tan fieras como las pintan (transformando un refrán español bien famoso) porque son extremadamente peligrosas tan sólo a determinadas horas del día, en determinadas épocas del año y, además, si perciben el olor a sangre. La verdad es que realmente lo perciben a grandes distancias. Entonces, si un animal o un ser humano desgraciadamente cae en las aguas del Amazonas, entonces pueden sufrir un ataque inesperado de un sinnúmero de pirañas.
Y, además, la Selva amazónica es famosa por las tribus selváticas salvajes, semisalvajes y las tribus que mantienen contactos más o menos estables con los centros civilizados de la provincia de Loreto, especialmente con la capital de esta provincia, la ciudad de Iquitos.
Y entonces, yo creo que basta ya de preámbulos e introducciones. Podremos dirigirnos a la Selva amazónica. Y una de las representantes típicas de esta región selvática nos invita a realizar un breve recorrido por la Selva peruana.
El enorme territorio selvático del Perú está alejado de los centros de civilización principales y es prácticamente intransitable. La única manera de llegar hasta acá es viajando en un avión o en una lancha a través de los numerosos afluentes del Amazonas. La persona que llega por primera vez a ver el infierno verde estará fascinada por la belleza de la Selva. El medio de transporte más camún en este territorio son las lanchas que penetran en lo más profundo del bosque por numerosos riachuelos y canales.
La Montaña o Amazonía peruana está constituida por las laderas y planicies orientales que forman parte de la cuenca del Amazonas. En este territorio inmenso viven tan sólo 2 millones de habitantes y en su mayoría son indios de diferentes tribus que se encuentran a distintos niveles de desarrollo.
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