El monasterio de San Lorenzo del Escorial es uno de los monumentos españoles más extraordinarios. Y si antiguamente se hubiera conocido esta obra arquietectónica, la habrían denominado “octava maravilla del mundo.”
- Nuevamente estamos en Madrid. Y si no están cansados, continuamos
nuestro recorrido de los lugares más pintorescos de la ciudad.
Dejando atrás la bulliciosa Puerta del Sol, encaminamos nuestros pasos hacia la Plaza Mayor. Antiguamente la Plaza Mayor era mercado, recinto de ferias, lugar de fiestas taurinas y teatro de actos de fe. Si no se hubieran realizado no pocas alteraciones arquitectónicas de la Plaza Mayor, víctima de devastadores incendios, hoy podríamos disfrutar de su balleza original concebida por el rey Fellipe III cuya estatua pueden observar Ustedes en estos momentos.
Y si tuviéramos la intención de enumerar todos los lugares artísticos o intelectuales de Madrid, necesitaríamos horas y horas. Porque la vida teatral tanto en el pasado, como en el presente es muy rica y agitada. Madrid es vida múltiple y azarosa, ambiemte antiguo y nuevo, ciudad castiza y cosmopolita.
Madrid tiene calles viejas llenas de recuerdos y de lleyendas en las que la historia ha dejado una huella imperecedera. Si domináramos el arte de magia y pudiéramos remontarnos al pasado, en el lugar que ocupa hoy Madrid habríamos observado unas pobres casas de adobe, algunas edificaciones de ladrillo y un labirinto de callejuelas estrechas y empinadas, cuyos nombres originales pueden apreciar Ustedes en las correspondientes placas.
Madrid siempre ha sabido conjugar tradición y progreso. El caserío y las construcciones de la ciudad vieja conservan las características del Madrid tradicional de finales del siglo XIX que contrasta notablemente con el nuevo Madrid dotado de magníficas avenidas, paseos y amplias y modernísimas construcciones. Conserva de su pasado menos recuerdos y monumentos que otras capitales españolas. Pero dispone, en cambio, de numerosos y magníficos palacios y edeficios particulares así como famosos ricos museos y bibliotecas.
- Si tu oyeras a la marga delfa sollozar, ¿qué harías, amor mío?
- Suspirar
- Si tú vieras que la luz te llama cuando se va, ¿qué harías, amor mío?
- Pensaría en el mar.
- Si yo te dijera un día «te amo» desde mi olivar, ¿qué harías, amor mío?
- Clavarme un puñal.
Si tú eres el tosoro oculto mío, si eres mi cruz y mi dolor mojado, si soy
el perro de tu señorío, no me dejes perder lo que he ganado y decora las
aguas de tu río con hojas de mi otoño enajenado.
La cuesta de Moyano es otro paraíso para los amantes de los libros. En este mercado al aire libre se puede adquirir de todo en el género: libros usados y nuevos, ediciones antiguas y modernas, colecciones de revistas y de periódicos.
¿Y qué tal? ¿Estarán consados? Bueno, si están consados, tengo unas palabras que seguro que les van a tranquilizar. Vamos a recorrer el último tramo de nuestra excursión.
Si continuamos nuestro viaje desde el Palacio Real y si seguimos todo de frente, pronto llegaremos a la Plaza España, símbolo del Madrid moderno.
En la Plaza de España se encuentra el famoso, monumento a los Reyes Católicos, a Don Miguel Cervantes de Saavedra y sus inmortales héroes, Don Quijote y Sancho Panza.
Y si antes tratábase de una ciudad relativamente tranquila y pequeña, hoy Madrid es una urbe en continua expansión. Los nuevos barrios tienden a descongestionar a la capital de su crecimiento demográfico.
Somos un sueño imposible
Que busca la noche
Para olvidarse del mundo,
Del tiempo y de todo.
Somos en nuestra químera
Dolienta y querida
Dos hojas que el viento
Juntó en el otoño.
Somos dos seres que en uno que amandos se mueren
Para guardar en secreto lo mucho que quieren.
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